jueves, 26 de octubre de 2017

¡ÁNIMO, JORDI, SÉ FUERTE!



He contrastado, en diferentes medios, el sugerente wasap que me llega a través de J.T.L. (quien, a su vez, lo recibe de otro corresponsal), y he de confesar que no es el motivo político, sino el social, el que me lleva a rimar esta patética anécdota con aires de romancillo. Consecuentemente, me valgo del verso octosílabo, ideal para este tipo de narración, en su estrofa más adecuada: la redondilla.

(¡Ánimo, Jordi, sé fuerte!:
es  “El Novio de la Muerte”).

Al líder de la A.N.C.,
Jordi Sánchez Picanyol,
sedicioso antiespañol,
(presunto) según la juez,

lo han metido en el talego.
Y, en la Soto del Real,
en prisión provisional,
este hijo de charnego

está pasando el quinario.
Ya desde su reclusión,
los presos de su sección
(uno de ellos, legionario)

le cantaron con tal saña
lo que Manolo Escobar,
de modo tan ejemplar
cantara (“Que viva España”),

que el Jordi no fue tan fuerte;
y, además, se acojonó
cuando alguien le cantó:
“Soy el novio de la Muerte”.

con la misma veleidad
con la que movía “rebaños”,
a sus cincuenta y tres años,
se quejó a la Autoridad.

Aquello le ha acarreado
más males de los que había,
porque la “ciudadanía”
del módulo le ha tildado

de chivata y maricona
(parece que está mal visto
hacerse pasar por listo
y actuar como “soplona”).

El mustio independentista
de la causa catalana,
responde de mala gana
cada vez que pasan lista.

Y lo último que leo,
es que un gitano le tiene
manía, y le enseña el pene
cuando salen al “recreo”.

Ante una actitud tan terca,
el Jordi, dice estar frito,
y, en español, por escrito,
ha pedido estar más cerca

de la garita de entrada
(al lado de un funcionario),
no sea que al legionario,
o que a toda “la mesnada”,

les dé por cantarle ahora
“El cara al sol” (sin nívea).
Y el Jordi está que no mea,
ni caga; tan solo llora.



sábado, 21 de octubre de 2017

DOS AMIGAS COMENTAN SOBRE UN LIGUE



De vuelta, tras una intervención quirúrgica, me reencuentro con la risa, gracias a esta historieta que me llega, vía wasap, a través de mi amigo Juan T. L,  y, aunque el original no sea suyo (siempre incide en este dato), va por él. ¿Cómo no?

DOS AMIGAS COMENTAN SOBRE UN LIGUE

«Hola, ¿qué tal anoche?», dice una.
La otra le responde: «Pues fatal;
aunque el tío en cuestión no estaba mal,
me entró de una manera inoportuna.

Me dio un beso tan fuerte y apretado,
y me mordió los labios de tal modo,
que creí que perdía el “acomodo”
del colágeno que llevo reimplantado.

Me acarició el cabello al mismo tiempo
y entonces me soltó las extensiones.
Pero luego surgió otro contratiempo».

«¿Qué pasó?», preguntó la confidente.
«Pues que, estando en aquellas efusiones,
me apretujó la cara fuertemente.

             [II]
La cosa presentaba mal cariz,
y entonces le pedí que me soltara:
el bótox, que hace poco, me inyectara
se me estaba bajando a la nariz,

al tiempo que, en la suya puntiaguda,
mis pestañas postizas y fruncidas
estaban tan clavadas y adheridas,
que parecía una nariz peluda».

«¿Y qué pasó después, querida amiga?»,
le preguntó la otra, interesada.
«Pues que de pronto, me cogió una pierna.

Y, la verdad, ¿qué quieres que te diga?,
que por mucho que una sea moderna,
ayer no la llevaba depilada.
            
[III]

Le retiré las manos con tal brío,
que las uñas postizas, que son diez,
se me cayeron todas a la vez,
al chocar con los brazos de aquel tío.

En un nuevo arrebato sexual,
me aprieta, con tal fuerza, pecho y culo,
que si no llega a ser porque reculo
mis prótesis revientan. Al final,

quiso beber champán en mi zapato».
«¿Qué romántico, no?, y qué majete».
«De romántico, nada: un mentecato.

Se tragó el corrector de mi juanete
y, por poco se ahoga. Al poco rato,
el nota se marchó. ¡Qué decepción!:

para mí, que ese tío es maricón».