sábado, 21 de abril de 2018

MI PATRIA NO ES UN PAPEL





(A MI SOBRINO Y AHIJADO, DIEGO GÓMEZ REDOLI, QUE EN BREVES FECHAS, EMPRENDERÁ UNA NUEVA AVENTURA FUERA DE NUESTRA TIERRA) 

Esta próxima noche habrá un acontecimiento deportivo en el que miles de energúmenos van a vociferar contra el Himno Nacional; una acción reprochable que se beneficia de la tibieza de nuestros gobernantes, quienes, ante un supuesto y absurdo vacío legal, dan muestra, una vez más, de su inhabilidad para reconciliar compromiso, parafernalia, prudencia y motivación.

La inquina de una minoría de fanáticos para con el resto de los españoles, debería ser motivo suficiente para excluir del evento a quienes, impunemente y, despreciando sentimientos y peculiaridades inherentes a cuantos compartimos una misma España, van a actuar en contra de una convivencia pacífica y constitucional. La impotencia ante esa barbaridad es motivo de estos versos:

Mi Patria no es un papel,
ni un himno, ni una bandera
(aunque puedan ser razones
que, a veces, la representan).
Mi patria tampoco es
sangre de héroes de guerra,
que, según dice la Historia,
fue derramada por ella.

Mi patria es una raíz
que sale del alma, y llega
hasta el lugar más profundo
de esta inveterada tierra,
y se funde con las gentes
que hablan esa misma lengua
con la que expresan ideas,
sentimientos y creencias.

Mi Patria, España, es tan grande
como grande es su nobleza,
algo que no se comprende
si no se siente en las venas
el palpitar de los versos
de tan insignes poetas,
que con las fibras del alma,
cantaron a España entera.

Mi patria no es un papel,
ni un himno, ni una bandera,
es un sentir muy profundo
que llevo dentro, y me llena.

21 de abril de 2018


domingo, 15 de abril de 2018

CUATRO AMIGOS QUE FUERON A PESCAR




Casi un mes sin publicar un chisneto (¿pereza literaria?: no creo), por cuanto no he dejado de escribir. Hoy, sí publico esta historia que se me “resistía” (no la censuréis mucho), y con la que espero sacaros una sonrisa, en el día en que mi, hasta ahora, última nieta, Elena Redoli de Unamuno, recibirá el Sacramento del Bautismo, y pasará a ser un nuevo miembro de nuestra Iglesia.

Cuatro amigos, pacientes pescadores,
pasan un rato de pesca en compañía.
Uno de ellos, de pronto, se confía
y dice a sus colegas “predadores”:

«Para poder venir aquí, señores,
le he dicho a mi mujer que pintaría
comedor y cocina, y que pondría
a las puertas los nuevos tiradores».

Tras él, otro colega se sincera:
«Pues yo, para poder venir de pesca,
he limpiado enterita la nevera».

Y el tercero: «Por no meterme en gresca,
le he soltado una frase quijotesca:
“Este año te llevo a la Riviera”».

              [II]

Oída la razón, o parrafada,
alegada por cada” relator”,
faltaba aún que el otro pescador,
expusiera la suya, razonada.

Habiéndole llegado, pues, el turno,
y en vista de que tiene que mojarse
(sabe bien que no puede escaquearse),
declara, entre burlón y taciturno:

«Pues yo, que no sabía qué contar,
le he dicho a mi mujer: “Cariño mío
¿hacemos el amor?, ¿voy a pescar?...,

¡que ya van mis colegas para el río!”
Y ella me ha respondido, sin dudar:
«Pues, abrígate bien; no cojas frío».