Echadle imaginación, pues, por
más que lo intento, no doy con nada (mediamente aceptable) que me permita —como
suelo hacer— presentar el chisneto que sigue.
Eso sí, en cuanto a la
dedicatoria, ningún problema: «A todos los oyentes de Las Mañanas Kiss, y —junto con mi afecto y agradecimiento—, al
equipo que hace posible tan exitoso programa».
Después de visitar a su tocólogo,
una joven le cuenta a su mamá
–aprovechando la ausencia de
papá–
lo que, al respecto, ha dicho el
ginecólogo.
«Dice que tengo un soplo en los
ovarios».
La madre, aunque inexperta en
Medicina,
piensa que lo del soplo “no
combina”,
pues los soplos, son daños coronarios.
«Eso no puede ser –dice
turbada–.
Iremos las dos juntas al
doctor».
Y se fueron las dos a la
consulta.
«Doctor ―dijo la madre―
sofocada–,
usted ha cometido un gran error
(que aquí donde me ve, no soy inculta).
Hoy le ha dicho a mi hija que
padece
un soplo en los ovarios. Me parece,
que lo del soplo aqueja al
corazón».
«Señora, no es un soplo en los
ovarios
—terció el doctor con mucha
educación—,
y vuelvo a confirmar mi
conclusión:
A su hija se la han “soplado”
varios».