jueves, 3 de agosto de 2017

UN JEFE DE OFICINA ALGO SALIDO



El chisneto que  sigue me lo remitió, en “modo” chiste, mi querido amigo y colega J.T.L. (iniciales fáciles de interpretar para mis estudiosos).
De inmediato, me di a la tarea de adaptar aquella simpática historia al verso tradicional; aunque no recuerdo si, en aquellos momentos, la hice pública entre amigos y familiares. Es igual. 
Tras mínimas modificaciones en el original, la traigo al blog  para, en esta ocasión, cumplir con la palabra dada y enviarla, allende los mares (al menos dos), a la idílica Guatemala. Sé muy bien que la familia Toscano, la acogerá con el mismo cariño y simpatía con que yo se la dedico. ¡Va por ustedes, chapines!


UN JEFE DE OFICINA ALGO SALIDO

Un jefe de oficina, algo salido,
le tiraba los tejos cada día,
a una secretaria que tenía,
y no se daba nunca por vencido.

En un momento dado, le ofreció
mil euros si accedía a la demanda.
Ella, como respuesta a su baranda,
le dijo: «Tengo novio», y se negó.

El hombre recurrió a una estratagema:
«Te los dejo en el suelo, tú te agachas,
y, en cuanto los recojas, me retiro».

La chica, presionada ante el dilema,
decidió consultarlo con el cachas
de su novio. Y el caso dio otro giro.

                          [II]
El nota no hizo ascos, francamente,
y propuso un ardid un tanto obvio:
«Recoges los mil euros—dijo el novio—,
y luego te levantas, de repente,

antes de que se baje el pantalón».
Le pareció a la joven acertada
la idea de su novio y, más calmada,
aceptó la anormal proposición.

Como pasara más de media hora,
y el nota no obtuviera una respuesta,
llamó a la novia y dijo: «¿Qué, chiquilla,

no tiró los mil euros?, ¿hay demora?».
«Sí que me los tiró –repuso esta–
pero no fue en papel; fue en calderilla».



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