Como saludo,
en este nuevo año, me he permitido comenzar con una curiosa historia, muy a tono con la
tan manida, traída y llevaba “diversidad”. Hay que estar muy borracho…
A un tal que preguntó: «Negra, ¿bailamos?»,
la persona aludida dijo: «No»,
y con cuatro argumentos razonó
el porqué se negaba. Lo explicamos:
«Primero –dijo–, usted está borracho
(lo que a decir verdad era notorio).
Segundo, porque esto es un velorio,
y lloramos la muerte de un muchacho».
La tercera razón era de peso:
«No se baila; se canta “Ave María”;
la oración no se hizo para eso.
Y cuarto, y principal: A esa locura
de querer que yo baile, le diría
que no soy una negra: ¡Soy el cura!».
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