jueves, 20 de mayo de 2021

 

 

El chiste original me llega en un mensaje de audio, a través de diferentes contactos. Lo he convertido en tres sonetos, que, en su forma escrita, he remitido a mi amigo y compañero, Alfonso Valencia Lozano, quien, a su vez, lo ha hecho público en su acertado y exitoso blog. Ahora aparece en EL MIRADOR DEL CORSARIO, dedicado a él, y a mis remitentes de esa historia oral.

 

LA HISTORIA DE UN PIRATA ACCIDENTADO

                  [I]

SE hallaban un grumete y un pirata

hablando de la mar y del oficio.

El joven, que en el arte era novicio,

preguntó por el “parche, garfio y pata”,

 

que el segundo, de forma natural,

llevaba con talante distinguido.

El pirata le dijo acto seguido:

“Esta pata que llevo, artificial,

 

sustituye a la buena que perdí

un día, en el que, al mando del timón,

una racha de viento inesperada,

 

me echó al mar, y entre escualos yo me vi.

Entonces un enorme tiburón,

me la arrancó de fuerte dentellada.

 

                    [II]

GRACIAS a un diligente compañero,

que me echó una maroma resistente,

escapé, y en cubierta, con mi gente,

me vi a salvo. Más tarde, el carpintero

 

modeló el artilugio que aquí ves”.

Se calló; mas, la cara del grumete

le animó a proseguir: “Pues, mozalbete,

como veo que muestras interés,

 

te diré lo del garfio, que es, sin duda,

el revés, más nefasto, y más salvaje,

que sufrí, contra el barco de un corsario,

en una acometida concienzuda,

ocurrida a raíz de un abordaje

que resultó cruento y sanguinario.

 

                     [III]

UN pirata francés, en la disputa,

con su sable de acero toledano,

de un tajo me cortó la diestra mano;

y el garfio vino a ser su sustituta”.

 

El joven, que tomaba buena nota,

preguntó a su mentor: “¿Y lo del ojo?”.

Aquel lobo de mar, con cierto enojo,

respondió: “Eso fue una gaviota

 

que arrojó su excremento, y me cayó

justamente en el ojo, y me quemaba”.

“¿Y esa caca, señor, le dejó tuerto?”.

 

Y el épico pirata respondió:

“Es que el garfio hacía poco que lo usaba,

y, me rasque con él, sin mucho acierto”.

 

3 comentarios:

  1. Mejorado ha quedado, voto a bríos!
    Te animo a que sigas, con tu jocunda imaginación, alegrándonos la vida. No solo de series vive el hombre, con permiso del Coleta... Moraleja: cuando te entre la rasquiña cuidado con lo tienes en la mano!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MUY BUENA ESA EXPRESIÓN TAN CLÁSICA Y TAN NUESTRA! GRACIAS MIL OS SEAN DADAS, MICER!

      Eliminar
  2. TARDE, PERO AÚN VIGENTE: GRACIAS A VUECENCIA, POR FACILITARME LA LABOR.

    ResponderEliminar