domingo, 27 de enero de 2013




DOS GATITAS EN CELO Y SUS DOS GATOS

                 [I]
Dos gatitas, en época de celo,
decidieron buscarse dos maridos
y hallaron sendos gatos, decididos
a servir de compaña y de consuelo.

Uno de ellos, de corto y sucio pelo,
canijo y de bigotes retorcidos,
no inspiraba pasión a los sentidos;
el otro era lustroso como un cielo.

Pensando en quién habría de llevarse
si al guapo o al feucho a su querencia,
propuso la más joven de las gatas

echárselos a suerte, y relatarse,
una vez consumada la experiencia,
con pelos y señales, ambas "catas":

                 [II]
 “¿Cómo te fue con tu gatito feo?”
—preguntaba la una a su colega,
que dijo—: “Se aplicó con mucha entrega;
si no lo llego a ver, no me lo creo”.

“¿Y a ti cómo te fue con tu “Romeo”?
—inquirió la otra gata concolega—
Seguro que te dio bastante brega:
derrochaba presencia y ronroneo…”.

Y admitió la otra gata rezongando:
“Y oratoria también; pero pasión…
Me pasé la velada bostezando,

por culpa del discurso sermonario
en el que me contó la operación
de cuando lo capó el veterinario”.


viernes, 18 de enero de 2013


       Aquí tenéis un chiste tan cinegético como inocente. Historias así ya no se cuentan. 
Leída en familia tendrá buena acogida. Espero que os guste. 
Explicit, Redoli.

UN CAZADOR QUE TUVO UN PERCANCE
 
Tras abrirse la veda, un cazador
preparó sus cartuchos de escopeta;
los colocó después en la coqueta
al lado de otra caja, y, por error,
 
al salir, con las luces de la aurora,
se equivocó al coger los envoltorios,
llevándose los diez supositorios
que el doctor prescribiera a su señora.
 
Al regresar a casa por la tarde,
el hombre a su parienta le confía:
“Sabes que cazo bien, y no es alarde;
 
pues…, disparé a conejos y perdices
y no acerté a ninguno en todo el día”.
Y confiesa la esposa: “¿A mí me dices?
 
Me he tirado tres gases hace un rato
y, querido, ¡he matado a nuestro gato!”




domingo, 13 de enero de 2013




       Retomo los chisnetos con esta historia que procede de mi madre
 y que me fue contada por mi hermana Lucía. 
      He mantenido en pesetas las cantidades relativas al sueldo del
padre de familia, por aquello de que, en nuestros días, nodriza y euros
nos parecerían fuera de lugar. ¿O no? 
¡Buena semana!


EL QUE QUISO CONTRATAR UNA NODRIZA

                     [I]

Habiendo enviudado de su esposa,
un hombre requería a una niñera
que hiciera la labor de criandera
y atetase a una huérfana preciosa.

Llegados al momento del ajuste,
la nutriz desveló sus condiciones:
“Desayuno: manteca y chicharrones,
un ponche y un café siempre que guste.

Hacia media mañana una tortilla
con jamón de Jabugo o Cortegana,
y una taza de leche bien caliente;

eso permitirá que a su chiquilla
mi leche le resulte más liviana
y se críe más sana y resistente”.

                 [II]

Y siguió detallando su programa:
“Para almorzar requiero algo caliente:
digamos un cocido; es muy nutriente
y le va por la teta a la que mama.

A media tarde, tomo una empanada
de lomo o de chorizo salmantino,
con un vaso mediano de buen vino
y me quedo, con ello, merendada.

Debe tener en cuenta, caballero,
que si la niña queda insatisfecha
lo mejor es tomarse un buen asado;

así que, por la noche, mi cordero
con su vino fresquito acompañado.
Eso sí, de buen año la cosecha”.

[III]

Mencionó algo del postre la muchacha:
cuajada, cremas, pan de Santa Rita,
buñuelitos de viento y leche frita…
y sugirió, también, tarta borracha.

El padre, que no sé si he mencionado
que tenía esa niña y otros tres,
y cincuenta pesetas para el mes,
preguntóle a la chacha algo turbado:

“¿Y cuánto cobraría por prestarme
el servicio que acaba de glosarme?”
“Cuarenta pesetillas, alma mía”.

Y el viudo, después de echar la cuenta:
“Quédese usted —le dijo— las cincuenta
y dénos teta a todos cada día”.

viernes, 4 de enero de 2013



SON MIS MEJORES DESEOS PARA ESTE AÑO

Que Enero te conceda lo que esperas,
Febrero lo que siempre deseaste,
Marzo lo que perdiste y añoraste
y Abril sus madrugadas placenteras.

Que Mayo te embriague de alegría,
Junio te traiga dicha y gran ventura,
Julio te ofrezca noches de ternura
y Agosto se te entregue, día a día.

Que Septiembre acreciente tu virtud,
y Octubre haga posible tus ensueños.
Que en Noviembre, radiante de salud,

se cumplan tus caprichos más pequeños.
Pero, si así no fuese, que en Diciembre
la dulce Navidad en ti se siembre.