Tan noble y delicado mensaje me ha obligado a recuperar la historieta que sigue. Él la entenderá; en cuanto a vosotros, lectoras y lectores, espero que paséis un buen rato de reflexión galena.
DE
VISITA AL TRAUMATÓLOGO
Uno que
se las da de sabidillo
acude a un
traumatólogo eminente,
y, se autodiagnostica
firmemente:
“Doctor, tengo un
desgarro en el tobillo”.
El médico le explora
con cuidado
y, luego de sacar sus
conclusiones,
le dice que se baje
los calzones.
“Doctor, si es el
tobillo el afectado”.
El hombre, que desoye
aquel aviso,
le introduce una
tranca por el ano;
el otro se revuelve
como un lince.
Al cabo, el diagnóstico
es preciso:
“Esto sí es un desgarro meridiano;
lo del tobillo, solo
es un esguince”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario