Qué mejor ocasión que la me brinda el día de
hoy,
Epifanía del Señor y festividad de los Reyes Magos,
para ofreceros este chisneto que bebe de un antiguo chiste
en el que se
oponen optimismo a pesimismo,
y que, con el deseo de una pronta recuperación,
dedico a una querida
amiga, Montse C.
Que esa Epifanía que celebramos,
nos cambie
para mejor.
Un niño, a quien Melchor le traería
todos los regalitos de su lista,
se quejaba, pues, siendo un pesimista,
pensaba en qué peligros correría:
«Puedo caerme de esta patineta,
y romperme una pierna en la caída,
o podría perder la propia vida
si me cayera de esa bicicleta».
Otro niño, optimista, que encontró,
el mismo seis de enero, un gran cajón
lleno de cagajones , exclamó:
«De contento que estoy, no quepo en mí.
Seguro que escondido en un rincón,
me han dejado el caballo que pedí».
MORALEJA
Aunque un Rey Mago te traiga
todo cuanto le pediste,
nada habrá que te distraiga
si eres pesimista y triste.
Muchisimas gracias, ricardo
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