Llevado por
su celo literario,
un
escritor novel pidió consejo
a
un experto prosista que, aunque viejo,
gozaba
de un prestigio extraordinario:
“Si
pretende escribir un texto serio
ponga
buenos cimientos. A saber:
Iglesia
y sangre azul y, a poder ser,
un
poquito de sexo y de misterio.”
Días
después, el joven escritor
presentó
su trabajo, en copia impresa,
al
sabio literato, y buen mentor.
Hete
aquí el resultado del desmadre :
“¡Ay, buen Dios! —se quejaba la marquesa—.
Embarazada estoy, ¿quién será el
padre?”
[1] Durante una inolvidable cena en casa, a la
que asistieron Mathilde y Albert Bensoussan y Marie Claude Chaput, mi
queridísimo amigo y hermano de adopción, Albert, nos contó la historia original
cuya procedencia se remonta al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique. Vaya por ellos
este chisneto que ya conoce la réplica en el correspondiente blasonnet de Bensoussan.
Querido PROFESOR, ya era hora de ver esas cosas que tienes escondidas en el baúl de los recuerdos. Has hecho una cosa muy bonita al abrir tu MIRADOR DE CORSARIO, para deleite de todos.
ResponderEliminarGracias por brindarnos la ocasión de seguir en contacto contigo a tantas personas que te queremos y que nunca nos podremos olvidar de los buenos ratos pasados en clase y el ánimo que nos diste a todos los que tuvimos alguna inquietud literaria.
FELICIDADES MAESTRO.
Un abrazo.
Mª Eugenia
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido Profesor, espero que tu Mirador del Corsario nos aporte todos esos conocimientos que almacenas en esa mente tan privilegiada que tienes, y que tanto nos ha proporcionado en tus amenas y alegres clases. Siempre te recuerdo con cariño. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Maruja, veo que hay un comentario tuyo que se presenta como "eliminado por el autor". No sé cómo ha podido ocurrir; quizá una metedura de pata, propia de novato en estas lides. Corrijo el error: gracias esas palabras tan sentidas. Un besote. Ricardo.
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