domingo, 21 de octubre de 2012


Termino esta semana de consejos... (gracias, chicas, por vuestros ánimos).

EL CURILLA NOVATO Y EL SERMÓN

                   [I]
Un curilla novato y animoso
preparaba un sermón —era el primero—
y acudió a un viejo cura, compañero
con fama de erudito y minucioso.

Trataba del suceso tan doloso
en que Jesús fue hecho prisionero
en el Huerto de Olivos, y el postrero
suplicio que sufrió. Ceremonioso,

le dijo el consultado: “Un aguardiente;
tómate una copita, solo un trago,
y todo te saldrá corridamente.

No lo dudes y sigue mi consejo.
Es algo que, también yo a veces hago”.
Y el nuevo se fió del cura viejo.

                   [II]

Dicha y hecha la misa, el novatillo
fue a pedir la opinión a su mentor,
que le miró con cara de censor
y pasó a corregirle el sermoncillo:

“En vez de Jesucristo y sus apóstoles
dijiste J. C. con sus chavales;
y metiste otras patas garrafales,
pues dijiste que el huerto estaba en Móstoles,

y no en Getsemaní, que está en Judea,
y diste otra razón, que aún es más fea:
que san Pedro, el apóstol, con su espada

cortó sus “atributos” al romano
que se encontraba a mando de la tropa…
Y, en verdad, fue una oreja la cortada.

Y, luego, me entendiste a tu manera:
te dije ‛tómate solo una copa’,
y te has bebido la botella entera”.

1 comentario:

  1. El arte no lo puedes esconder, te sale solo.Sigue deleitándonos con tus chisnetos que está haciendo falta un poco de humor en estos días.
    Cuidate que tenemos ganas de verte.
    Mª Eugenia

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