Diego, querido hermano, la gente de buena voluntad y tu "Cautivo" te quieren y están contigo. Un fuerte abrazo.
¡AL
RICO PAN CON ACEITE!
I
En un hogar gitano se pasaba
tanto apuro, pobreza y carestía,
que, cuando se cenaba o se comía,
sólo pan con aceite se cataba.
El padre repartía el unto escaso
a ritmo de tambor procesional,
y le daba a la escena un ritual
similar al de un trono que va al paso.
Y haciendo de tambor y resonancia,
marcaba un pon, pon, pon,
porrompompón,
al tiempo que soltaba aquella “untancia”
a razón de una gota a cada pon.
Mas los trozos de pan, con tal
escancia,
se quedaban más seco que un terrón.
II
Sin embargo, al hacer porrompompón,
dispensaba en su bollo la aceitera
con tanta lentitud y en tal manera,
que siempre le caía un chorreón.
De ese modo, aquel padre se escanciaba
tal cantidad de aceite y con tal arte,
que la alcuza perdía buena parte,
cada vez que su turno le tocaba.
Como el hambre es amiga de ocurrencia,
al llegarle su turno a un gitanillo,
—y por ver si
cambiaba la receta—
le dijo a su papá la menudencia:
“Opá, pare usté er trono aquí un
poquillo,
que voy a ve zi canto una zaeta”.