lunes, 22 de julio de 2013


UN TORO QUE EN EL CAMPO ANDABA SUELTO
Un lunes, encontrándose en el bingo,
un asiduo contaba a otro cliente
una historia curiosa y sorprendente
que le ocurrió la tarde del domingo:

"Estábamos comiendo en un gran prado,
cuando aparece un toro entre unas matas
con los cuernos más grandes que las patas.
Menos mal que venía mi cuñado

que, echándose en la cara de aquel toro,
le dio diez muletazos a su antojo".
Y el otro le pregunta vacilante:

"¿Su cuñado es torero como El Soro?"
Y dice el hombre: "No, que es practicante;
pero lleva muletas porque es cojo".

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