martes, 30 de julio de 2013


EL VENTERO, SU HIJA Y EL DIPLOMA

Un hombre que cenaba en una venta,
preguntaba el porqué del tratamiento
que el titular de aquel hospedamiento
le daba a una solícita sirvienta.
     
Diploma, pon la mesa; lleva vino.
Diploma, falta pan en ese cesto.
Diploma, ven aquí, recoge esto”.
El ventero le dijo en plan ladino:

“La mamá de esta niña, caballero,
—que es nuestra cocinera, e hija mía—
se nos marchó a Madrid un año entero

a sacarse un diploma de trabajo.
Al cabo de ese tiempo, volvió un día,
y... mire "usté" el diploma que nos trajo”.

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