La versión en chiste me llega a través de Elisa Moreno Pascual, compañera de mi mujer en las tareas de doma de niños.
A ellas y a mi hermana Lucia, que
hoy cumple años, va dedicado este chisneto.
TRES
MUJERES QUE ENTRARON EN UN CEMENTERIO
[I]
Tres
mujeres que vuelven en un coche,
después de haber estado en un congreso,
proponen, al unísono, un receso
para hacer un pipí, en plena noche.
Una de ellas descubre, por azar,
una lápida fría. ¡Cielo santo:
sin querer han hollado un camposanto!
Las tres salen corriendo, sin dudar.
Con sus “prendas”, apenas colocadas,
se meten en el coche a toda prisa,
y regresan a casa y al marido.
Temiendo que las tomen por chifladas
y ser motivo, así, de alguna risa,
se callan la experiencia que han vivido.
[II]
Se
encuentran los maridos, otro día,
en el bar de costumbre, y el primero
comienza con un tono lastimero:
«A saber dónde estuvo mi María
la noche que volvieron del congreso,
que vino con las bragas del revés».
El segundo apostilla: «Pues,
tú ves,
mi esposa no las trajo de regreso».
Y apunta el otro esposo vehemente:
«Lo vuestro todavía tiene un pase;
a la mía, la he dado por perdida.
Cuando volvió traía, justamente
un lazo entre las bragas, con la frase
Recuerdo de tu Juan
que no te olvida ».
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