Este chisneto, cuyo chiste original se lo oí a Pepe Frías, de Málaga, se va a Mallorca, a encontrarse con mi contrincante
y amiga de Apalabrados, I. S. C.
Si no le
llega por avión, le llegará nadando. Gracias, Isa, por tu amistad.
Uno, con una tos que no curaba,
en busca de remedio fue al doctor,
el cual, con un dejillo inquisidor,
le preguntó al enfermo, si fumaba.
Este dijo que sí. «Lo mejor es
–le aconsejó el experto consultado–
que el tabaco lo dé por olvidado,
y vuelva por aquí dentro de un mes».
El paciente siguió fiel el consejo;
pero, pasado el mes, la tos seguía,
y acudió a la consulta nuevamente.
El médico, arrugando el entrecejo,
le preguntó al paciente si bebía;
y el hombre dijo: «Sí, diariamente».
[II]
Recurriendo otra vez a su “receta”,
el médico le dijo en tono seco:
«Pues tendrá que quedarse “boquiseco”
otro mes, y llevar vida de asceta».
El hombre obedeció la prescripción;
pero, al cabo del mes, no estaba bueno.
Así que fue otra vez a que el galeno
diera con la dichosa curación.
El tal le preguntó «¿Come en exceso?,
¿trasnocha usted?, ¿practica mucho sexo?
«Pues, sí –le dijo el otro–, cada día».
«A “dieta” otro mes más, o mejor dos».
«Doctor –le dijo el hombre que tosía–,
me está quitando “to”, menos la tos».
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