La semana pasada, mi chisneto habitual fue publicado por mi hijo Guillermo
en su página web. Me ha parecido oportuno (y sobre todo útil) impulsar su
iniciativa de dar a conocer nuevos (y viejos) libros, comentarios sobre ellos,
ofertas, orientación y concursos.
Así, pues, os remito, a este enlace http://www.librosbusca.com/chiste-en-poesia/
para que podáis leer "El viejo y la barra de pan".
en su página web. Me ha parecido oportuno (y sobre todo útil) impulsar su
iniciativa de dar a conocer nuevos (y viejos) libros, comentarios sobre ellos,
ofertas, orientación y concursos.
Así, pues, os remito, a este enlace http://www.librosbusca.com/chiste-en-poesia/
para que podáis leer "El viejo y la barra de pan".
El chisneto de hoy es este:
EL ATLETA ESPAÑOL Y EL NIGERIANO
[I]
Coincidieron en una maratón,
un atleta
español y un nigeriano;
ganó, con
diferencia, el africano
y el nuestro
planteóle esta cuestión:
“¿Por qué
todos los negros corréis tanto?;
¿por qué
estáis tan dotados para esto?”
El joven
preguntado, con buen gesto,
le dijo,
sin reserva, cómo y cuánto:
“Nos damos
con dos piedras, o adoquines,
treinta veces
en nuestros cataplines”.
El español
quedóse de una pieza;
mas, dado
que tenía pundonor,
amén de
juventud y de orgulleza,
probó el “entrenamiento
del dolor”.
[II]
Le dio por repetir, las treinta veces,
aquellos
ejercicios de petreras.
Por ello,
sus colegas de carreras
le
pusieron de mote “El Cascanueces”.
Al cabo de
unos meses, se encontraron
nuestro
español y el susodicho bruno
en otra
maratón, y, de uno en uno,
de sus
logros y marcas se contaron.
“Dime cómo
te fue con mi receta.
¿superaste el bajón?, ¿qué conseguiste?”,
le
preguntó el moreno a nuestro atleta.
Y el nuestro contestó, casi llorando:
“El
record todavía se resiste;
sin embargo el color lo voy tomando”.
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