jueves, 1 de noviembre de 2012



 
Este va por Anna

    Queridos amigos y amigas, esta semana, en un
 programa de televisión, he tenido ocasión de conocer
la extraordinaria hazaña de superación de Anna Vives,
una chica con síndrome de Down que ha creado su
propia tipografía.

    He contactado con comunicacio@itinerarium.cat
y les he pedido permiso para publicar algunos de mis
chisnetos con el tipo de letra creado por Anna. Con ello
he querido rendir homenaje a la iniciativa de esta chica, 
cuyo objetivo (extensivo a todo el colectivo de
personas discapacitadas) es —en palabras de quienes
tienen la dicha de tratar con ella— “conseguir difundir
su iniciativa y potenciar los valores asociados a la letra: 
la igualdad social, y la importancia del trabajo en equipo
sumando capacidades”.
 
  Os invito a hacer uso de esa tipografía que destila,
no solo originalidad, sino una delicada candidez humana.



EL QUE VENDÍA MUÑECOS DE CHOCOLATE[1]
Un confitero tuvo la ocurrencia
de fabricar graciosos muñequillos
niñas y niños— todos desnudillos,
de rico chocolate, sin más ciencia.

Hubo cola por ellos, y hasta riñas.
El negocio aumentaba día a día;
sin embargo algo insólito ocurría:
se vendían los niños, no las niñas.

Pareciéndole al hombre un poco extraño
aquello ya duraba casi un año
decidió no poner niños en venta

por ver si, así, la cosa se aclaraba.
Pero no resultó, y el confitero
se quedó sin cliente y sin clienta.

Finalmente a una niña que pasaba:
“Me rindo —dijo el pobre pastelero—.
¿Por qué siempre pedís que sea niño?”

Y la niña, más roja que un tomate,
sorprendió al confitero con un guiño:
“Tiene un poquito más de chocolate”.



[1] Este chiste lo contaba mi madre y, por tradición, es de los primeros que aprendemos los miembros de la familia.

2 comentarios:

  1. Hoy nos dejas ver ver tu calidad humana, Siento ser una pesada, pero me gusta ver tu blog y comentar lo que pienso.
    No cambies nunca.
    Mª Eugenia












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  2. Ricardo, le encuentro mucho mérito a esa joven diseñadora
    de esa tipografía tan especial de combinar mayúsculas y
    minúsculas en una misma palabra. Por su originalidad, esa dulce Anna, puede aportar mucho a la sociedad en eslogan con bellas frases.


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